Dos estimulantes muy modernos: 2-FA y 2-FMA

(Por J. C. Ruiz Franco). Uno de los grandes legados del gran Shulgin fue ofrecernos esas interminables listas de sustancias que enumera en los libros PIHKAL y TIHKAL.  Nuestro entrañable químico se despidió de nosotros ?de su mujer, de su familia y de la comunidad drogófila? el 2 de junio de 2014, después de toda una vida dedicada a la creación y el estudio de drogas; tan sólo en los últimos años, aquejado de varias enfermedades, detuvo su hasta entonces imparable labor en este ámbito. 

bolsas sustancias

Os recordamos que ya hemos publicado una página sobre el plazo de reserva y las instrucciones detalladas para adquirir PIHKAL y TIHKAL en español (leer aquí), para resolver todas las dudas que nos habéis ido preguntando. Aquí puedes ver nuestro vídeo promocional, y aquí la colaboración de Escohotado y aquí la de Jonathan Ott para los libros de los Shulgin. En esta página podéis leer un extracto de la dedicatoria de Ann Shulgin a todos los lectores hispanohablantes. En esta otra podéis leer la reseña que la Librería Muscaria hizo de Pioneros de la coca y la cocaína, el libro que regalaremos a todos los que hagan la reserva de los libros.

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Añadiendo o quitando un átomo aquí o allá, Sasha Shulgin creó centenares de compuestos que él mismo probó (junto a su mujer y su grupo de amigos) para confirmar las posibles propiedades psicoactivas que encerraban en su estructura. Por supuesto, en el camino se fueron quedando muchas otras drogas después de no mostrar características relevantes, a juicio de su creador.

 

El proceso de creación de las nuevas drogas

Pues bien, en la actualidad hay bioquímicos ?en su mayoría anónimos? que, con propósitos de investigación o puramente comerciales, cogen alguna fórmula de las existentes entre los estimulantes o los psiquedélicos (las feniletilaminas, las triptaminas o las catinonas, si queremos ser más precisos), les hacen alguna ligera modificación y obtienen una sustancia completamente nueva, inexistente hasta aquel preciso momento. Después de someterla a pruebas más o menos rigurosas, dependiendo de la seriedad de la empresa de que se trate, la lanzan al mercado publicitándola como un nuevo estimulante o un nuevo psiquedélico y distribuyéndola a través de un número creciente de páginas web, en su mayoría inglesas, holandesas y polacas. Esa droga recién creada puede parecerse más o menos a alguna de las ya disponibles, pero el simple hecho de ser nueva permite esquivar los problemas legales ?a falta de leyes concretas al respecto, a no ser que se le pueda aplicar la ley de análogos? , por lo menos mientras no aparezca en los titulares de los medios de comunicación, siempre tan propensos a señalarnos los peligros de los psicoactivos que no se venden en farmacias. De esta forma se obtienen continuamente sustancias de las que ni sospechamos la posibilidad de su creación, siguiendo en parte el camino marcado por Shulgin, el pionero de este método para conseguir compuestos. Entre ellos habrá algunos que serán valiosos y otros que no tendrán utilidad alguna.

Lo malo de este mercado es que cualquier novedad se publicita a bombo y platillo, y después los usuarios tal vez se den cuenta de que no aporta nada, de que su efecto no era el esperado, de que es idéntica a otra ya existente, o simplemente que se trata de una verdadera bazofia; en estos casos, gracias a la ley de la oferta y la demanda y a la transmisión de información mediante Internet, con el paso del tiempo el vendedor dejará de venderla y el químico de sintetizarla. En cambio, las drogas que realmente tengan algún valor ?en algún sentido? tendrán demanda por parte de los usuarios y pasarán a formar parte del ya amplio catálogo de sustancias con alguna aplicación válida: útiles, en una palabra. El problema es que el afán prohibicionista no tiene límites, por lo que es muy probable que acabe siendo ilegal, y por ello más difícil de conseguir y con menos garantías de calidad y sanitarias para el consumidor.

 

Los RCs

A estas alturas, el lector ya se habrá dado cuenta de que lo que estamos describiendo es el proceso de creación de los llamados RCs (“research chemicals” = “sustancias químicas en proceso de estudio”), un mundillo que puede considerarse un verdadero embrollo de compuestos nombrados mediante números y letras (muchos de ellos inventados por Shulgin: 2c-b, 2c-i, 2c-e, entre otros), que se venden por Internet y cuya única guía es el cúmulo de experiencias que va atesorando la propia comunidad drogófila, en primer lugar por medio de experiencias narradas en foros de Internet, y después mediante artículos (como el presente) que intentan aportar un poco de luz a este oscuro ámbito. El usuario debe siempre dejarse aconsejar ?como no nos cansaremos de repetir? por la prudencia y la moderación: no olvidemos que se trata de sustancias poco conocidas, de las que se tienen pocos datos fiables y que no se han sometido a estudios rigurosos.

Iremos describiendo algunas de estas drogas en los siguientes artículos. En éste nos centraremos en dos que a nuestro viejo amigo Franzicuro ?siempre tan atento a las sustancias que mejoran el rendimiento y aumentan el bienestar, con pocos riesgos para la salud? le parecen especialmente interesantes: la 2-FA y la 2-FMA.

 

2-FA

La 2-FA, abreviatura de 2-fluoroanfetamina, es una anfetamina halogenada, perteneciente a la clase de las fenetilaminas, con la denominación IUPAC de 1-(2-fluorofenil)propan-2-amina y la fórmula molecular de C9H12FN. Su origen nos permite señalar ya de entrada que es un estimulante, que por tener un átomo de flúor en lugar de uno de hidrógeno traspasa con mayor facilidad la barrera hematoencefálica, un factor importante para cualquier sustancia psicoactiva. Como RC que es, no cuenta con estudios en seres humanos; no obstante, se ha observado que en ratones ejerce un efecto anorexígeno (supresión del apetito), analgésico y elevador de la presión arterial.

Tal como sucede con todas las drogas, puede administrarse por distintas vías, entre las cuales las más comunes son la oral y la insuflada (nasal), aunque también hay usuarios que utilizan la vía rectal o la intravenosa. Suele producir quemazón en las fosas nasales al introducirse por esa ruta, por lo que, dado que tomado oralmente tarda apenas 20 minutos en hacer efecto, que de esta manera también aporta euforia y que así su acción es más prolongada, es recomendable la administración oral. En los foros en inglés de Bluelight y Drugs-Forum podemos leer experiencias de personas que utilizaron las vías rectal o intravenosa, pero se trata de usuarios avanzados, y además no podemos recomendar el uso de procedimientos que conlleven ciertos riesgos evidentes.

Mediante la administración oral dura unas seis horas, con un leve “subidón” y tres o cuatro horas de meseta, seguidas de una bajada muy llevadera, sin que el cuerpo pida redosificar. Tomándolo de forma intranasal sube mucho más rápidamente y hay sensación de rush, pero dura mucho menos (un máximo de tres horas) y la bajada es menos llevadera.

Aunque no hay investigaciones que lo respalden, por las descripciones de sus efectos, se supone que es un inhibidor de la recaptación de la dopamina y la noradrenalina, y en mucha menor medida de la serotonina.

Entre los efectos positivos están la estimulación, una ligera euforia, una mejora del estado de ánimo, claridad mental, más energía, mayor capacidad de concentración y aumento del deseo sexual. Entre los efectos neutrales se encuentran una mayor tendencia a hablar y deseos de moverse. Entre los posibles efectos negativos están la elevación de la presión arterial, el incremento de la frecuencia cardíaca, vasoconstricción, bruxismo (apretar las mandíbulas y rechinar los dientes), hipotermia, ansiedad y tensión muscular.

Basándonos en las experiencias de la mayoría de usuarios, la 2-FA es una sustancia ideal para estudiar y realizar labores intelectuales, pero también trabajos físicos. No hay duda de que es una droga que aumenta el rendimiento en todos los sentidos.

Una dosis lúdica podría situarse en los 20-50 miligramos, lo cual conllevaría una euforia considerable y unos efectos notables. No obstante, puede utilizarse en dosis más pequeñas (entre 5 y 10 miligramos), repetidas a lo largo del día, para combatir la depresión letárgica y la fatiga que suele afectar a las personas de temperamento melancólico. También puede ser una buena opción para las personas con algún trastorno hiperactivo, en lugar del Adderall o el metilfenidato. Asimismo, constituye una alternativa para quienes padecen narcolepsia, en lugar del modafinil, que no conlleva ningún tipo de euforia y que tan sólo sirve para mantener despiertos a estos pacientes.

Como es lógico, su consumo conlleva ciertos riesgos. Por ejemplo, al tratarse de una anfetamina halogenada, existe la posibilidad de que genere neurotoxicidad, que podría contrarrestarse tomando antioxidantes, ya sea mediante alimentos o en forma de suplemento. Por ser un estimulante del sistema nervioso central, deben evitarla todas las personas con algún problema cardiovascular, ya que puede aumentar la probabilidad de enfermedad. Igual que sucede con todas las drogas y las alteraciones psíquicas que conllevan ?en mayor o menor grado?, deben abstenerse de usarla las personas con trastornos mentales, ya que podría agravar los síntomas. Por último, como ya hemos señalado, se trata de un RC, por lo que su uso podría implicar efectos no deseados, a corto o a largo plazo, totalmente desconocidos por no haberse estudiado rigurosamente.

En lo que respecta a su estatus legal, la 2-FA se considera ilegal en los Estados Unidos, en virtud de la Federal Analog Act, una ley pone fuera de la ley a cualquier sustancia que pudiera considerarse próxima químicamente (análoga) a otra que ya esté considerada ilegal. En Europa, sólo es ilegal en Suecia y Finlandia.

 

2-FMA

LA 2-FMA, abreviatura de 2-fluorometanfetamina, con denominación IUPAC 1-(2-fluorofenil)-N-metilpropan-2-amina y fórmula molecular de C10H14FN, es un derivado halogenado de la metanfetamina, a la que se le ha añadido un átomo de flúor.

Igual que en el caso de la 2-FA, se supone que actúa sobre los sistemas de la dopamina, la noradrenalina y, en menor medida, la serotonina. También se consume por las mismas vías que su pariente cercano.

Igual que a la 2-FA, se considera un estimulante bastante limpio, que tiene tanto un uso lúdico (en dosis en torno a los 50 miligramos) como un uso funcional, en dosis mucho menores, pero repetidas. Puede tomarse por las mismas vías de administración que la 2-FA.

Un efecto que la diferencia de la 2-FA es que los usuarios suelen decir que, aparte de estimularles, elimina la ansiedad que puedan tener. Por eso suele decirse que es el estimulante más suave y útil entre todos los existentes.

Hay cierto consenso en afirmar que tiene una especie de “techo”: por encima de los 50-60 miligramos no aporta nada positivo, sino que sólo aumentan los efectos secundarios.

Igual que en el caso de la 2-FA, puede ser útil para las personas con hiperactividad, y de hecho hay algunos usuarios que afirman ?en foros de Internet? haber cambiado el metilfenidato, más propenso a aportar sólo adrenalina y noradrenalina, por la 2-FMA.

Un usuario llegó a tomarla un mes seguido, en pequeñas dosis a lo largo del día, no sintió ningún efecto secundario y no tuvo ningún problema para dejar de usarla, ningún tipo de abstinencia ni craving. El secreto parece consistir en no sobrepasar los 100 miligramos diarios, y nunca tomar más de 50 miligramos en una sola toma.

Además, presenta menos efectos periféricos (estimulación y vasoconstricción) que los estimulantes convencionales.

En lo que se refiere a la comparación entre la 2-FA y la 2-FMA, esta última tiene una duración mayor en sus efectos, aporta menos euforia, lo cual permite centrarse más en las tareas que se están realizando (a algunas personas les gustará más sentir esa euforia), y la 2-FMA presenta un efecto ansiolítico que la 2-FA no tiene.

Por último, en lo relativo a conseguirlas, el lector ya puede suponer que es en ciertas páginas web de Internet que no vamos a mencionar aquí. Sí podemos advertir que es más difícil de encontrar que otros RCs más conocidos, seguramente por su misma novedad.

 

Referencias

– Wikipedia (http://www.wikipedia.org). Entradas “2-FA y “2-FMA”.

– Erowid (http://www.erowid.org).

– Bluelight (http://www.bluelight.org)

– Drugs-Forum (http://www.drugs-forum.com)

 

Advertencia: el propósito de este artículo es informar sobre sustancias existentes, no recomendar ninguna de ellas. El médico es el profesional de la salud y sólo él puede prescribir medicamentos. Sólo citamos principios activos, no marcas concretas, para evitar hacer publicidad de medicamentos con receta. No fomentamos el uso de sustancias dopantes y estamos en contra del consumo no responsable.