Las obras de Shulgin, guías de viaje… – Colaboración de Manuel Guzmán en PIHKAL y TIHKAL
A continuación, un extracto del artículo que Manuel Guzmán aporta a nuestra edición de las obras de Shulgin.
Ya se puede reservar la edición española de PIHKAL y TIHKAL en la web de Editorial Manuscritos (entrar aquí). Ver todos los detalles en esta página. De momento sólo está disponible la venta para el territorio español. Próximamente nos pondremos en contacto con los amigos latinoamericanos que se han inscrito a alguno de los grupos Facebook para participar en envíos colectivos a través de encargados de zona.
Aquí puede leerse el contenido completo de la edición en castellano de las obras de los Shulgin. Os recordamos que ya hemos publicado una página sobre el plazo de reserva y las instrucciones detalladas para adquirir PIHKAL y TIHKAL en español (leer aquí), para resolver todas las dudas que nos habéis ido preguntando. Aquí puedes ver nuestro vídeo promocional, y aquí la colaboración de Escohotado y aquí la de Jonathan Ott para los libros de los Shulgin. En esta página podéis leer un extracto de la dedicatoria de Ann Shulgin a todos los lectores hispanohablantes. En esta otra podéis leer la reseña que la Librería Muscaria hizo de Pioneros de la coca y la cocaína, el libro que regalaremos a todos los que hagan la reserva de los libros.
Manuel Guzmán nació en Madrid en 1963. Estudió Ciencias Biológicas en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), por la cual se doctoró en 1990. Desde 2005 es Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular en la Facultad de Ciencias Químicas de la UCM. Actualmente es Presidente de la Sociedad Española de Investigación sobre Cannabinoides (SEIC). Desde hace unos veinte años, su investigación se centra en el estudio de los mecanismos moleculares por los que los compuestos activos del cannabis (los ‘cannabinoides’) actúan en el organismo, así como cuál podría ser la utilidad terapéutica de dichos compuestos en los terrenos de la oncología y la neurodegeneración.
Las obras de Shulgin, guías de viaje para la experimentación individual y la investigación científica
(…) Nos encontramos ante uno de los catálogos de sustancias psicoactivas más apasionantes que jamás se hayan creado en la historia de la farmacología humana. Más allá de la ya de por sí extraordinaria colección de nuevas especies moleculares y métodos de síntesis, la sólida y rigurosa investigación química que Shulgin llevó a cabo rompió los moldes que, por lo general, impone la conceptualización académica e institucional de la ciencia. Así, su valentísima labor, cuya realización sería hoy en día inconcebible, conformó un auténtico «cuaderno de bitácora» o «guía de viaje» para cualquier intrépido autoexplorador que desee adentrarse en los ignotos paisajes de la mente.
Las sustancias con las que Shulgin experimentó se sitúan en esas difusas fronteras que vagan entre las drogas, los neurofármacos y los neuromedicamentos. Debido al estigma social que a estas alturas todavía pesa sobre dichas sustancias, especialmente cuando se las clasifica bajo el término genérico y desdeñoso de «drogas», conviene recordar por enésima vez que los efectos beneficiosos o nocivos que cualquier compuesto pueda ejercer sobre un individuo dependen, en gran medida, de su contexto de utilización (dosis, frecuencia de uso, combinación con otras sustancias, entorno y pautas culturales de consumo, etc.). En el caso concreto de los libros de Shulgin, se recogen dos grandes familias de moléculas, las feniletilaminas (PIHKAL) y las triptaminas/ergolinas (TIKHAL), que poseen un patrón farmacológico de acción en principio semejante, puesto que activan mayoritariamente receptores 5-HT2A (y 5-HT2C) de serotonina, pero que exhiben diferencias significativas en su farmacodinamia (distintos patrones de unión a receptores serotoninérgicos, dopaminérgicos y adrenérgicos) y, por tanto, en sus efectos fisiológicos (en particular en relación con el mayor carácter empatógeno/entactógeno de feniletilaminas como la MDMA, frente a la acción más psiquedélica/despersonalizadora de triptaminas como la DMT o ergolinas como la LSD).
A pesar de la exhaustividad de la obra de Shulgin y del enorme acervo de conocimiento que existe en la actualidad sobre estas sustancias, todavía nos quedan (afortunadamente) muchos aspectos biológicos que investigar sobre ellas.
(…) Para terminar, la «pregunta del millón»: ¿Podrán estas sustancias ayudarnos a desvelar el origen y la neurobiología de la consciencia subjetiva humana?
Esperamos que esta esforzada y esmerada traducción al castellano permita el acceso de un mayor número de personas a la obra de Shulgin, y así contribuir a abrir nuevas vías de exploración hacia las profundidades biológicas e incluso metafísicas de –parafraseando a Artaud– la «Totalidad del nervio; totalidad que encierra toda la conciencia y los caminos ocultos del espíritu en la carne».